miércoles, 6 de febrero de 2013

ACTUALIDADES 2013 (ACTUALIZACIÓN DE PLATÓN, DESCARTES Y KANT)


ACTUALIDADES-2013


PLATÓN.-
Una parte importante del pensamiento político de Platón expresado en República se justifica con la idea-propuesta de que la educación del futuro gobernador de la polis ha de ser especialmente cuidada por las instituciones, ya que ha de ser ese gobernador el que consiga que la polis alcance un estado de realización en el que la misma polis, en su estado de justicia (diké), se identifique con una hipóstasis o una realización del ideal de la misma polis: la polis perfecta o, en su caso, la más perfecta que nos sea dado conseguir.

¿Está hoy en día ese ideal platónico cerca o lejos de su realización en España, en los países de la UE, en la llamada (impropiamente) 'comunidad internacional'? También podríamos plantearnos lo siguiente ¿hasta qué punto estaríamos dispuestos a renunciar a muchas de nuestras libertades con la finalidad de conseguir ese estado ideal que se proyecta en la República platónica?

Lo cierto es que en la historia de la humanidad se han vivido muchos momentos históricos en los que determinados pueblos-naciones o internaciones (URSS/1917; China/1949; Europa del Este/1945-1989; Cuba/1959; República Popular del Vietnam desde 1975; Chile-Unidad Popular/1970-73, Nicaragua/1978-1990...) han intentado una aproximación a los que en cada uno de estos casos han entendido -cuadros o inteligencias provenientes de cada uno de estos países- sus respectivos Estados ideales. El fracaso del intento ha sido hasta ahora la tónica dominante. Pero ¿qué es lo que ha fallado en cada caso? ¿el proyecto mismo? ¿sus procesos institucionalizadores? ¿la venalidad y la corrupción de sus gestores? ¿las injerencias de terceros? ¿el hecho de que la realización de la utopía es un imposible integral? Como cantaba Bob Dylan a mediado de los sesenta, The answer, my friend...

Hoy día pensadores como Gianni Vattimo y Santiago Zabala, desde una posición hermenéutica (Comunismo hermenéutico, 2010) están ensayando la vuelta hacia un comunismo exento de los elementos metafísicos que han podido hacer fracasar todos los anteriores intentos de realizar el 'hombre nuevo' desde los mismos postulados que en su momento expusieron Hegel, Marx, Lenin. Se trata de ensayar una versión 'mínima' o regional de ese mismo hombre-mujer nuevo que no tenga que pagar el precio de dirigirse hacia una visión totalizadora de la realidad tanto histórica como científica, estética, política... Es de destacar que el libro está dedicado a Evo Morales (presidente de Bolivia), Raúl Castro (presidente del Consejo de Estado de Cuba), Dilma Rousseff (presidenta de Brasil), y Hugo Chávez (presidente de la República Bolivariana de Venezuela).



DESCARTES.-
La frase-adagio 'todo lo real es racional, y todo lo racional es real' (Hegel, 1831), así como aquella otra, de Giambattista Vico (1744), que afirmaba que 'solo en lo hecho puede haber verdad' (verum ipsum factum: los objetos de la Naturaleza no son ciertos ni falsos, simplemente son; mientras que los objetos construidos por la actividad mental sí que han de responder a criterios de validación o invalidación, esto es, de certeza o de falsedad); y otras muchas frases-sentencias más posteriores al Discurso del Método (1637) son deudoras del principio cartesiano de la evidencia del cógito, y, por extensión, de la convicción cartesiana de que lo racional -la racionalidad, la actividad de la razón...- ha de ser el primer referente o la primera instancia desde la que interesarnos por la realidad.

El prejuicio tardorrenacentista de que la ciencia ha de expresarse con términos racionales y matemáticos (desde Galileo Galilei, 1631) si es que pretendemos ensayar una descripción cierta de la realidad, tiene también un soporte cartesiano o, lo que es lo mismo, racionalista. Partiendo de estas premisas podríamos preguntarnos ¿es actual el cartesianismo? Isaac Newton creía haber expresado en sus Principia (1687) las fórmulas con las que el divino constructor (Dios) hizo el mundo. Pero desde Werner Heisenberg, Max Planck y Albert Einstein, tres científicos alemanes activos a mediados del siglo XX, la ciencia Física se mueve en la relatividad, en la indeterminación y en el dominio de lo estocástico (de lo no previsible).

En el dominio de la Estética cunde la confusión y el abigarramiento de formas imposibles de identificar o de ligar a fenómenos que podamos describir en términos comprensibles. En el dominio de la moral nadie osa hoy día, al menos en nuestro ámbito cultural, proponer dogmas o postulados universalistas. En cuanto a la política y al resto de las ciencias prácticas -la economía, y el derecho, más significadamente, pero también todas las ingenierías- cada vez resulta más evidente que el complejo económico-oligopólico transnacional para el que estas ciencias operan y al que no cuestionan se mueve en el terreno de la crisis permanente, la irresolución, y el mantenimiento de la explotación intensiva y salvaje de los recursos, incluidos los humanos, como a-sistema. En cuanto a las religiones 'del libro' solo hablan para sus feligresías, y continúan excluyéndose mutuamente (cuando no insisten en sus 'guerras santas').

Desde todo lo apuntado no parecería muy razonable afirmar que es la razón la que mueve al mundo en nuestros días. Más bien parece lo contrario. Lo que no resulta tan fácil es determinar cuál es la fuerza que está moviendo el mundo... hacia su anonadamiento integral. ¿Será un combinado de egoísmo y estupidez de unos pocos soportado, y potenciado, por la pasividad de los que no son esos pocos, es decir, por la mayoría? Eso es, al menos, lo que dice nuestro profesor de Filosofía.



KANT.
¿Qué actualidad puede tener una doctrina que, en lo moral, afirma que el bien debe ser un objeto moral por sí mismo y no un objeto al que pueda accederse empírica o heterónomamente? ¿Qué actualidad puede tener un pensador que, a finales del XVIII, afirmaba que la Humanidad estaba llegando a su mayoría de edad y que, consiguientemente, estaba preparando su inminente acceso a una era de la Razón que la potenciara como una humanidad definitivamente ilustrada, esto es, como una humanidad que estuviera actualizando el ideal de la paz perpetua entre los pueblos, el cosmopolitismo y la consolidación de los Estados de derecho?

Kant, que murió, en 1804, con el convencimiento de que estos ideales y las actualizaciones de los mismos estaban ya al alcance de la mano (el momento más feliz de su vida lo vivió al conocer la constitución de unos Estados Unidos americanos bajo la observancia de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano actualizada por la Declaración de Virginia, en 1776), vivió todos estos ideales y el complejo de postulados políticos y morales que los soportaban como una realidad incontrovertible y ejecutable (práctica).

A la pregunta que nos hicimos más arriba pareciera que solamente podría responderse negativamente en el sentido de que el pensamiento y las doctrinas morales de Kant son imposibles de asumir en nuestros posmodernos y convulsos días (se supone, después de J. Fr. Lyotard-1979, que uno de los 'grandes relatos' imposibles de asumir en la contemporaneidad postmoderna es el kantiano-trascendentalista, igualmente el cartesiano-innatista, el leibniziano-armonicista, no tanto el humeano-empirista y naturalista, y mucho el marxiano-socialista: ninguna 'utopía' puede mantenerse en el horizonte postmoderno). No obstante hay pensadores aún en activo o muy influyentes (Jürgen Habermas, John Rawls...) que, muy lejos de estas propuestas de la postmodernidad anti-grandes relatos piensan que el programa de la modernidad, es decir, de la Ilustración es actualizable en sus líneas fundamentales; en esas que afirman que la Razón, el Progreso y la Historia como sentido constituyen todavía metas asumibles por la humanidad. Gianni Vattimo, por su parte, también está en condiciones de afirmar la vigencia de ese programa de la Modernidad del que Kant puede considerarse máximo representante, siempre que se le debilite convenientemente, esto es, siempre que se le reduzcan sus elementos maximizadores (en la línea de su 'pensiero debole', de su 'pensamiento débil').